La franquicia es un fenómeno que ha acompañado a los juegos de rol cartas y tablero a lo largo de los años. En ocasiones se trataba de adaptaciones que buscaban poco más que la fama asociada al producto original. En otras ocasiones se convertían en juegos muy dignos o en ocasiones, muy buenos.
El juego del que hablamos hoy está basado en una franquicia, en una serie de novelas llamada Juego de Tronos y que ambientadas en un mundo medieval fantástico, nos arrastra al juego de poder e intrigas típicos de las cortes reales.
Juego de Tronos, en su versión de cartas coleccionables LCG (concepto del que hablaremos más adelante), es un juego que se basa en muchas de las premisas de este tipo de juegos, es decir, bajar recursos, construir unidades y combatir a tu enemigo.
Si se limitase a esto, podría estar hablando de casi cualquier juego de cartas, pero Juego de Tronos apuesta por proporcionar diversas tácticas para alcanzar la victoria final, ya sea mediante guerra, la política o la intriga.
En Juego de tronos, la acción se centra en los personajes (un tipo de carta), ya que son los que nos llevarán a la victoria. Y hay que estar atentos a ellos, pues nuestros contrincantes buscarán neutralizarlos para alzarse ellos con la victoria.
El juego se presenta en forma de una caja básica que nos proporciona las cartas necesarias para 4 jugadores, las reglas, contadores y un tablero y fichas para un modo de juego diferente, con el que se busca añadir un nivel adicional de estrategia.
Con este modo de juego, cada turno los jugadores deberán escoger un papel relevante en la corte o título (como la mano del rey) y que nos ayudará en nuestros propósitos. Pero las cortes no son más que otro campo de batalla, por lo que estos "papeles" interactúan los unos con los otros, lo que convierte en la propia elección de este papel en otra táctica más con la que jugar.
Otra de las características diferenciadoras de Juego de Tronos es su formato. Originalmente se vendía como cualquier otro juego de cartas coleccionables (mazos y sobres con cartas al azar), aunque no tenía una gran difusión entre los aficionados. Para cambiar esta situación, su editor Fantasy Flight Games apostó por un formato un tanto diferente. Lanzaría el juego al mercado en una caja básica con mazos preconstruidos, y posteriormente editaría las expansiones en un formato muy similar, en ciclos de 6 mazos de 40 cartas fijas, eliminando el factor azar (que los autores han llamado LCG, Living Card Game). Es decir, comprando los mazos todos los jugadores tienen acceso a todas las cartas del juego, sin tener que preocuparse por buscar esas carta ultrarrara que te pueda ayudar a ganar.
Juego de Tronos es en mi humilde opinión un juego bastante equilibrado, dinámico y sencillo de jugar. El hecho de ser coleccionable puede restarle atractivo, pero eso se compensa con su formato de lanzamiento, ya que si simplemente quieres echar unas partidas con los amigos, como si de un juego de tablero se tratase, te puede llegar con la caja básica.
29 ene 2011
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